martes, 29 de julio de 2014

Piedras de bruja o agujereadas


He encontrado una piedra sagrada en la tierra. 
¡OH! Destino, te doy las gracias por tan feliz hallazgo. 
También al espíritu que sobre este camino 
me ha guiado; 
Y es esto realmente bueno para mí 
 ¡Mi buena Suerte! 
Fragmento del Evangelio de Aradia de Charles Leland

Las piedras de agujereadas, también llamadas de bruja o de hechicería son aquellas que presentan agujeros causados de manera natural, es decir por la erosión del clima, viento, marea, etc. Tienen una relación sumamente estrecha con la brujería y son habitualmente utilizadas como elementos protectores y que alejan el mal.
Consideradas regalos de la Diosa Madre, encontrar y recoger una de estas piedras es todo un acto mágico en si mismo, que conlleva las particularidades del caso. La Tierra es en si un organismo viviente, que, al igual que nosotros, posee lineas de energía que conforman un entramado el cual otorga equilibrio y vitalidad al planeta. Las piedras están empapadas en esta energía de forma directa por lo que pueden beneficiarnos mucho tanto en nuestras practicas mágicas como en el día a día, siempre que se las trate con el debido respeto. Cada piedra tiene a su vez su propia vibración, que le otorgara una serie de características  y que permitirá que vibre mejor con algunas personas que con otras. Es por esto que antes de recoger una piedra, ademas de pedir permiso, debemos seguir nuestra intuición, fijarnos en que sensación nos produce y luego limpiarla y consagrarla. Recuerdo cuando era todavía un niño que una vez tome del jardín de mi casa una bonita piedra de color verde musgo, del tamaño de una nuez aproximadamente. Bonita, sin embargo cada vez que la tomaba con la mano, sentía unas nauseas enormes en el estomago. Evidentemente no compatibilizaba conmigo, así que la devolví a su entorno natural, pidiéndole disculpas por haberla perturbado.
En el caso en particular que estamos tratando, las piedras agujereadas, se las considera consagradas a lo Divino Femenino por recordar a la Vagina primordial, de donde surge la vida. Incluso, algunas brujas colocan unas gotas de su sangre menstrual en el orificio de estas piedras como ofrenda a la Diosa y para reforzar el poder de las mismas. Otras tradiciones afirman que las hadas y algunos espíritus benévolos pueden habitar en estas rocas o incluso que son entradas al reino feeríco. 
En lineas generales, aportan protección contra las energías negativas y el mal de ojo, aumentan la fuerza vital, la regeneración tanto física como espiritual, acentúan la fertilidad femenina, atraen el éxito y aumentan la fuerza de los conjuros y los hechizos, por lo que son aliadas imprescindibles de la magia.