lunes, 1 de septiembre de 2014

Limpieza del Hogar I

Una gran amiga me dijo una vez que la casa de un brujo debe ser su santuario. No podría estar más de acuerdo. El ritmo de vida que la mayoría llevamos dista mucho de ser el ideal, en especial los que vivimos en grandes urbes. El trabajo, los estudios, las infinitas colas por el transporte, el tránsito, las discusiones en la vía publica y demás, hacen que la gran mayoría lleguemos a nuestras casas agotados y con ganas de reponer energías. Sin embargo ocurre a veces que nuestro refugio en el mundo también comienza a complicarse. El aire se siente más pesado, como si una neblina húmeda lo invadiera todo, nos notamos más irritables y susceptibles a las discusiones y las peleas, y además nos cuesta conciliar el sueño o simplemente nos sentimos incomodos en nuestra propia casa. Esto en general (descartando temas físicos como enfermedades  o problemas psicológicos) indica que tu hogar necesita una limpieza. También situaciones estresantes como el fallecimiento de una persona, una enfermedad prolongada, una racha de desgracias o hasta la visita de un pariente o conocido indeseable son momentos que generan las condiciones para que sea necesaria una limpieza energética. Asimismo es posible que todo marche bien pero de todas maneras creas correcto realizar la limpieza como mantenimiento. En lo personal realizo de manera fija dos limpiezas grandes al año (antes de los sabats de Imbolc y Lammas) como mantenimiento y claro lo hago además si surge la necesidad.
He decidido estructurar este tema en tres notas distintas, esta introducción, con algunas ideas básicas y la limpieza física del hogar, una segunda parte con el ritual propiamente dicho y la consagración de la protección del hogar, y una tercera con una serie de truquillos para mantener el hogar protegido y limpio, así como algunas ideas para los que viven en un departamento.
En primer lugar debemos entender que en el universo todo es energía. La energía surge de la fuente primera o gran espíritu, Dios y Diosa, y se va manifestando en todas las diversas formas y realidades existentes, incluyendo nuestro plano. Al mismo tiempo, el ser humano coexiste en varios planos de realidad simultáneamente, el plano físico, el astral, el mental, el emocional, etc. Dichos planos, aunque se encuentran divididos, están intrínsecamente relacionados entre sí,  por lo que actuar en uno desencadena cambios en los demás. Es por eso que ciertos sucesos del plano físico afectan el plano astral o el emocional, y viceversa. Al mismo tiempo, nuestros pensamientos y nuestras emociones tienen la capacidad de manifestarse en los planos astrales y causar cambios a nivel físico. Esto es en algún punto la base de toda practica mágica. Sin embargo, cuando esto no se realiza con conciencia, es posible que las energías que generemos, o aquellas a las que atraigamos no sean las más benévolas precisamente, sino que sean energías negativas, o parásitos del bajo astral. Los parásitos en general como su nombre lo indica, se alimentan de la energía de los seres vivientes, para seguir existiendo, y para ello buscaran generar aquellas condiciones que le dieron origen (tristeza, enojo, discusiones, depresión,  etc.), por lo que pueden terminar siendo peligrosos. Vale destacar que los parásitos no son seres inteligentes ni pensantes, son solamente restos energéticos, lo que los diferencia de las entidades pensantes que también habitan algunos planos de existencia y que pueden ser “benévolas”, indiferentes o “malévolas” (las comillas son para indicar que esta categoría es sumamente arbitraria y que responde más bien a cuestiones de practicidad, la complejidad de las entidades no humanas, podría llevarnos tomos enteros)


Los conjuros de limpieza, de los cuales hay miles, buscan eliminar a los parásitos y proteger los hogares frente a las energías negativas. Sin embargo antes de hacer  el ritual propiamente dicho es necesario que echemos un ojo a nuestra casa y a su estado. De nada servirá una limpieza energética en un hogar lleno de basura (ya lo dije, lo físico también afecta lo espiritual). Así que manos a la obra y a hacer la limpieza!!! Recomiendo comenzar a la mañana para terminar por la tarde, porque las limpiezas llevan tiempo. Como el ritual de limpieza se debe realizar principalmente un sábado, domingo o martes, recomiendo hacer el aseo físico el día anterior (aunque depende cada caso, a veces puede llevar varios días).
Primero que nada, debemos deshacernos de todos esos trastos y objetos inútiles que ocupan espacio y no cumplen ninguna función ¿ese televisor que se rompió en 1984 y que jamás mandaste a arreglar (y que sabes que jamás lo harás? Afuera!! ¿Esa ropa que amabas en tu juventud pero que ahora te da vergüenza ajena? Tírala o dónala, la basura de algunos es el tesoro de otros. Al deshacerte de ese tipo de cosas, le das el mensaje a tu subconsciente y al universo de que te estas abriendo a los cambios positivos. Otra buena opción es reciclar algunas cosas, no solo porque debemos defender la ecología de nuestro planeta en lugar de contribuir a las ganancias exageradas de las empresas, sino porque también es positivo el proceso de que de lo viejo, se obtenga lo nuevo regenerado. Otro consejo es deshacerte, ya sea tirando o donando, aquellas cosas que te regalo gente que no soportas. Esos regalos no tienen buena energía y no aportan energía positiva a tu hogar.
Una vez terminada esta fase comienza a realizar una limpieza profunda, puedes bendecir los objetos de limpieza ante tu altar, pedir ayuda a tus deidades, o agregar en el cubo del agua unas gotas de aceite de laurel, lavanda o eucaliptus para fregar el piso. También se pueden entonar canticos o mantras mientras realizamos la labor.

Una vez concluida esta primera parte, te aconsejo darte un buen baño antes de continuar con la segunda esto es el ritual propiamente dicho.


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