miércoles, 5 de junio de 2013

Stregheria: Mitos

 La Veglia:
Una vez, hace mucho tiempo, todos los Brujos rendíamos culto en los campos abiertos y sobre los sitios antiguos. Y nuestros cantos eran llevados sobre los vientos. Nuestras oraciones eran recibidas por los Antiguos sobre el humo de nuestro incienso. Pero al pasar el tiempo, fuimos esclavizados por los adoradores de un dios celoso, y nuestras villas fueron entregadas a crueles señores. Las Antiguas Usanzas fueron prohibidas y fuimos forzados a aceptar las usanzas de nuestros opresores.
Ahora estos son tiempos de congregarnos en las sombras. Hemos sufrido persecuciones por nuestra fe, y muchos de nosotros han muerto. Mas hemos renacido entre los nuestros de nueva cuenta. Así ha sido siempre: los ciclos de la Vida pasan y retornan de nuevo. Todas las cosas son recordadas, y todas las cosas son restauradas.
 Somos los hijos ocultos de la Diosa. De generación en generación el conocimiento ha sido transmitido y las Antiguas Usanzas han sido guardadas por aquellos que alimentan la llama. En remembranza, yo vengo esta noche bajo la Luna Llena, a honrar el pasado, asegurar el futuro y recibir la esencia de los Antiguos.
 Como fue en la hora de nuestro principio, así es ahora, así siempre será.
Lupercus:

Llegó un tiempo sobre las tierras del Pueblo, el Tiempo de Gran Lamentación, el Tiempo del Lobo. Pues Dianus, Señor del Sol, había viajado a una gran distancia de aquí, y todo se había marchitado en Su ausencia. De manera que los Grigori de los Cuatro Vientos fueron en Su busca, para poder conminarlo a regresar.Y vino a suceder que los Grigori fueron conducidos ante el Trono de Dis, el Obscuro Señor de las Sombras. Y hablaron Ellos, diciendo:«¿Os encontramos aquí en este Reino de Vida Umbría?»«Sí», respondió Dianus; «ahora habéis visto en verdad Mis dos rostros».Los Grigori suplicaron entonces a Dianus que retornase, revelándole el dolor que había dejado atrás en el mundo. Pero el rechazó su invitación, diciendo:«Los Dioses de las Nieblas, que son más grandes que yo, han ordenado que este tiempo debe acontecer, y Yo no soy capaz de cambiar aquello que debe suceder».Mas Diana había escuchado su conversación, y habló luego con los Grigori en secreto:«Debéis llevaros a mi hijo Lupercus, que ha de nacer de Dianus, para que Él pueda retornar la vida al mundo».De manera que, cuando llegó la hora, los Grigori se llevaron al Dios recién nacido e iniciaron su jornada fuera del Reino de las Sombras.Y mientras viajaban, hablaron de cómo demostrar la dignidad de este nuevo Dios a los Pueblos del Mundo. De manera que decidieron ponerlo a prueba con doce Sagradas Tareas.Y estas fueron las Doce Tareas de Lupercus:
1. Cargar al carnero sagrado u colocarlo entre las estrellas.
2. Domar a las serpientes gemelas de Teramo.

3. Transportar al Gran Cangrejo Marino hasta el horizonte occidental.
4. Liberar al león sagrado.
5. Confeccionar un arco para la Diosa Diana.
6. Forjar la Gran Balanza de la Justicia para los Dioses
7.Domar al salvaje Minotauro
8. Encerrar de nuevo al Escorpión gigante dentro de la Tierra.
9. Hacer una flecha de oro para el Rey de los Centauros.
10. Crear dos cuernos de oro para el Gran pez Cabra.
11. Purificar las jarras de agua que son llevadas a los Dioses.
12. Poner correas a los dos Grandes Peces del Mar y ponerlos entre las estrellas.
Con valentía completó el joven Dios las Tareas que se le habían impuesto. Entonces fue recibido por los Pueblos del Mundo en todo Su brillante esplendor. Mas debido a la ausencia del Sol, en su época había muchos lobos que atacaban por las noches a las manadas y rebaños, y el Pueblo desesperaba.De manera que Lupercus descendió de Aster y habitó entre los lobos, y habiéndose transformado en un poderoso lobo dorado, se volvió su Rey. Ante él todos los lobos huían a los bosques y las colinas, temiendo su furia. Entonces el Pueblo se regocijó, clamando:  

"Grande es Lupercus, Señor del Sol,
Rey de los Lobos,
El que Destierra la Noche Obscura del Lobo".

Y cada día Lupercus se alzaba y viajaba a través de los cielos, portando su antorcha de hinojo. A lo largo de su jornada, Lupercus recolectaba las almas de aquellos que habían muerto durante Su ausencia en el firmamento, y las entregaba a Su Padre Dianus, en el Gran Reino Oculto, que se extendía más allá de las aguas occidentales. Allí, se les alimentaba y refrescaba, y eran preparadas para una nueva vida; entonces los Grigori las escoltarían hasta el Reino Estival de la Diosa, en Luna, para que allí aguardasen a renacer. Cada noche, Lupercus reposaba en la Región Oculta, para de nueva cuenta realizar Su jornada a través del mundo de los mortales.  


 

El devenir del mundo:

En los días antes que el Pueblo hollase el mundo, habitaban sobre la Tierra los Espíritus de los Elementos. Y con ellos, los espíritus de los árboles y de las praderas, de los arroyos, las piedras y las montañas.

Sin embargo, antes que todo esto hubiese devenido, no Había nada sino la Obscuridad. Dentro de esta Obscuridad habitaba la Niebla, quien permanecía meditando en la soledad. Y la mano derecha de la Niebla sostenía el Deseo de Creación, y la mano izquierda sostenía la Fuente de Creación. Y la Niebla tendió ambas manos hacia la interminable Obscuridad, pronunciando los Nombres Divinos sobre la Obscuridad; y así nacieron los Grandes, Tagni y Uni, nacidos del aliento de la Niebla.

La Diosa se desplazó entonces a través de la noche y Su aroma despertó la Pasión del Dios. Y Él extendió Su mano y la atrajo hacia sí. Tal era Su amor por la Diosa que tomó Su Divino Caramillo de siete tallos y sopló para ella una melodía. Y los Mundos se formaron sobre cada nota por Él producida.

Ellos se amaron y fueron Uno bajo las estrellas sagradas. Y de Su unión, una bruma de plata y oro apareció, portando Vida a los cuatro vientos.Juntos, entonces, formaron la Tierra. 


El mito de Diana:


Diana fue la primera en ser creada antes de toda creación; en Ella estaban todas cosas. A partir de sí misma, la primera obscuridad, Ella se dividió; en oscuridad y en luz fue dividida. Dianus, Su hermano e hijo, Ella misma y Su otra mitad, era la luz.
Y cuando Diana vio que la luz era tan bella, la luz que era Su otra mitad, Su hermano Dianus, ella la anheló con un enorme deseo. Deseando acoger la luz otra vez en Su obscuridad, para engullirla en éxtasis, y en deleite, Ella tembló con el deseo. Este deseo era el Amanecer.
Pero Dianus, la luz, huyó de ella, y no cedía a sus deseos; él era la luz que vuela hasta las partes más distantes del cielo, el ratón que vuela ante el gato.
Entonces Diana acudió a los Padres del Principio, a las Madres, los Espíritus que eran antes del primer espíritu, y se lamentó ante ellos de que Ella no podía prevalecer con Dianus. Y Ellos la elogiaron por Su valor; le dijeron que para alzarse, primero debía caer; para llegar a ser la mayor de las Diosas, Ella debía volverse mortal.

Y en las Eras, con el paso del Tiempo, cuando el Mundo fue hecho, Diana marchó sobre la tierra, como lo hizo Dianus, quien había descendido; y Diana enseñó la magia y la hechicería, de donde vinieron brujas y hadas y duendes - todo lo que es como el ser humano, mas no mortal.
Y sucedió así que Diana tomó la forma de un gato. Su hermano tenía un gato a quien Él amaba más allá de todas las criaturas, y dormía cada noche en Su cama, un gato hermoso, por encima de todas las criaturas, un hada: mas él no sabia esto.
Diana prevaleció con el gato para que cambiase formas con Ella; entonces Ella se acostó con Su hermano, y en la obscuridad asumió Su propia forma, y así, por Dianus fue Ella la madre de Aradia. Mas cuando por la mañana Él encontró que se hallaba acostado junto a Su hermana, y que la luz había sido conquistada por la obscuridad, Dianus estaba extremadamente enojado; pero Diana le cantó un hechizo, una canción de poder, y él calló, la canción de la noche que sosiega hasta el sueño; él no podía decir nada.
Así Diana, con sus encantos de Brujería, tanto lo encantó que Él se rindió a Su amor. Esta fue la primera fascinación: Ella tarareaba la canción, que era como el zumbido de las abejas o el girar de una rueda; el torno de hilandera hilando Vida. Ella hiló entonces las vidas de todos los humanos; todas las cosas fueron hiladas con la Rueda de Diana. Y era Dianus quien hacía girar la rueda.


Fuentes:
Stregueria.webs.com
 

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