Ya estamos
casi a vísperas de Yule, lamentablemente por falta de tiempo y principalmente
por fallas de mi servidor de internet, no tuve tiempo de escribir antes sobre
el Solsticio de Invierno en el hemisferio sur que caerá exactamente el 21 de
Junio a las 5:04 am.
El solsticio
usualmente se utiliza para marcar el comienzo del invierno, pero es justamente
la noche más fría del año, el momento en el cual las fuerzas de la oscuridad
llegan a su máximo poder, para después empezar a descender hasta llegar al
equinoccio de primavera donde el día y la noche serán iguales nuevamente. El
solsticio en el hemisferio sur, también coincide con el alineamiento del sol
con la constelación de Cáncer, que habla de la necesidad de refugiarnos en el
hogar, en la familia, de la meditación y la reflexión, que son exactamente las
cosas que nos dan ganas de hacer en esta época, refugiarnos en casa, mientras
afuera vientos fríos soplan. Obviamente, los modos de vida actual nos impiden
refugiarnos en nuestras casas, al lado del calor del fuego, por lo que debemos
adaptar la celebración al mundo moderno.
Lo que se
celebra justamente es la vuelta del sol, en la noche más oscura, el Dios Niño
Divino renace de la Madre Tierra, para traernos paz y alegría. Claro que el sol
físicamente no se fue, lo que se fue, es su fuerza, su energía y su calor. Ese
Sol, ahora renace renovado y con todo su poder, lo que permite que la rueda
siga girando. En algunas zonas suele nevar, en otras vemos la escarcha y el
hielo en las calles, y las plantas sin ninguna hoja, excepto las coníferas como
el pino, que nos muestra la perennidad del ciclo de la Rueda Anual. Justamente
es por esta característica que el pino es uno de los símbolos de Yule, como
también lo es de la Navidad cristiana. En realidad muchísimos símbolos de la
navidad son nuestros, ya que los cristianos antiguos se apropiaron de los
antiguos cultos paganos para lograr que las poblaciones (que eran paganas)
aceptaran la nueva fe que se les imponía (para más información sobre este tema
ver el documental Zeitgeist sobre religión o buscar cualquier libro sobre el
tema, por ej., el Dios de los Brujos de Margaret Murray). Otro símbolo pagano
cristianizado es el reno, o el venado que representa a los dioses astados de la
antigüedad, dioses de la cacería que en esta época eran muy venerados ya que
como la Tierra duerme y no da frutos, era necesario alimentarse de animales,
(en muchas zonas de Europa lo que más se consumía eran ciervos y venados), por
lo que el Dios cornudo de la Caza era quien dominaba esta mitad oscura del año.
Y ya que
nombramos al invierno, no podemos sino observar la figura de Papa Noel, Santa Claus
o San Nicolás, dejando de lado el evidente uso comercial, que le han dado
empresas como CocaCola, San Nicolás también es un descendiente de las antiguas
creencias. Prestad atención a los dioses como Odín o los antiguos dioses del
invierno. Papa Noel, representa justamente al abuelo invierno, la fuerza que domina estas épocas, congelando
la vegetación, trayendo el descanso y la oscuridad.
Volviendo un
poco al tema central, el solsticio es justamente esa celebración, la del renacimiento,
la de los nuevos comienzos, la que nos enseña a encontrar que la mayor luz solo
puede encontrarse en la total oscuridad. A diferencia de los otros Sabats,
Yule, esta mucho más relacionado a las fiestas familiares, a los niños, a la
luz del hogar. Se celebra al niño divino viéndolo en todos los niños de nuestra
familia, por lo que se les hace regalos (también a los grandes, después de
todo, todos tenemos algo de niños), incluso a nuestros niños animales. Se comen
alimentos bien calóricos para entrar en calor, como el famoso tronco de Yule,
un arroyado de chocolate, o el pan dulce, los higos, almendras, frutas secas y chocolate.
Se decora
con piñas y pinos, el árbol de navidad también es una decoración típica de
Yule, que representa la eternidad de los dioses y de la naturaleza. El tronco
de Yule, también es un leño de árbol que se entrega a las llamas en el caldero,
para representar el renacimiento del Dios en el vientre de la Diosa. Usa velas
rojas (nacimiento, parto), verdes (renacimiento de la naturaleza), doradas (el
Dios del Sol) o blancas para decorar tu altar, y tu hogar. Lee libros, haz
meditaciones aprende, o hasta mira una película en familia como forma de
celebrar Yule, pues esto es lo que representa. El dios renace y trae alegría,
como los niños traen felicidad al hogar donde son recibidos, trae nuevas
experiencias y nuevos comienzos. No importa la edad que tengas, Yule es el
momento de recomenzar todos los proyectos que tengas en mente en tu vida.
Mi rutina en
este solsticio (mi rutina ideal, ya que siempre surge algo que trastoca las
ideas y a veces las mejora en realidad), es (además de estudiar mucho jeje)
preparar algo rico, si es posible el tronco de chocolate, hacer el ritual
(aclaro, yo no suelo escribir los rituales de solsticio, no porque sean
secretos, sino porque primero son muy personales y creo que el ritual debe ser
un momento único de conexión entre el creyente y sus dioses, y además en
internet hay miles de ejemplos de rituales de Sabats y Esbats, y si a eso le
sumamos las listas de correspondencias, muchas dadas aquí también, es absurdo seguir
agregando rituales a la Web, pero si alguien quiere más información me lo pide
por msj privado o deja un comentario y se lo pasare sin problemas. Aclaro una
muy buena fuente para los que recién empiezan es Guía para el practicante solitario
de Scott Cunninghan), repartir los rituales a la familia, y comer en conjunto.
Obvio que es más agradable y emotivo de cómo suena aquí J .
Aclaro, a
continuación dejo una lista con algunas correspondencias para enriquecer tu
ritual. Bendiciones y que los dioses te bendigan en este Sabat.
Colores:
rojo, verde, plateado, blanco y dorado.
Incienso:
partes iguales de pino, naranja (la cascara seca se muele bien) y mirra.
Bebidas:
sidra condimentada con canela caliente.
Piedras: ojo
de tigre, citrino u otras piedras solares.
Deidades: la
sagrada familia egipcia Horus, Isis y Osiris; Mitra, Apolo, Dionisios, Krishna,
el Niño Sol, Odín.
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